Florencia, capital del Renacimiento en la Toscana

Reproducción del David de Michelangelo en la piazza della Signoria

Firenze, desde el primer momento, no oculta que vue una de las ciudades más ricas y a la vanguardia durante el periodo del Renacimiento en Europa. El efecto del sol sobre el blanco mármol de sus iglesias, sus grandes palacios señoriales o civiles, las magnífica esculturas... dicen que pueden agotar la mente de los visitantes más apasionados.




Parada obligada entre Roma y Génova, sin contar que, desde allí, se puede ir a las cercanas ciudades de Pisa, Lucca, Siena... e, incluso, salir con destino a Bologna para descubir las regiones de la Emilia-Romagna y la Lombardia, y llegar a Milán o Génova.

¿Qué ver?: Sin lugar a duda no puedes dejar de visitar la piazza della Signoria, viendo el emplazamiento original de algunas de las más bellas esculturas de la época (actualmente depositadas en museos), ubicadas entre dos muestras de la transición de la época republicana a la ducal, y de arquitectura gótica a la renacentista: el palazzos Vechio (siglo XIV, oficinas municipales y museo) y la Loggia dei Lanzi (XIV, pasó de ser lugar de asamblea ciudadana a museo al aire libre de los Medici). En esa misma plaza está la entrada a la Galleria degli Uffici (XVI, plenamente renacentista), que debería haber sido un edificio administrativo y acabó convirtiéndose en uno de los primeros y más importantes museos del mundo.
 

Campanille de Giotto

En la piazza del duomo está  la catedral gótica de santa Maria del Fiore (siglos XIV-XV, aunque la fachada y las puertas son del XIX) tiene una gran cúpula renacentista de Brunelleschi, un campanario de Giotto (XIV) y el baptisterio románico (XI-XII, no dejes de admirar las preciosas puertas de bronce del XIV-XVI)

Y naturalmente tienes que ver y cruzar el ponte Vechio (XIV). 

El ponte Vechio sobre el río Arno

Detalle del David de Miguel Ángel

También merece la pena acercarse a la Galleria dell'Accademia donde encontramos el David de Miguel Ángel (es conveniente hacer reserva precio o tendrás una larga espera en la cola). 

Sólo para entusiastas: El museo más importante es la Galería de los Uffici, una interesante colección, tanto por la calidad de los cuadros (una muestra de los mejores pintores desde la Edad Media hasta el s. XVIII) como por el agradable recorrido. (Es conveniente hacer reserva previa o tendrás una larga espera en la cola). 

El Museo Arqueológico de Florencia cuenta con una interesante colección etrusca. 

Cerca de la estación encontramos la Fortezza da Basso, un ejemplo de moderna fortificación en forma de estrella (siglo XVI). 

Se pueden visitar el interior la casa de Dante Alighierie, autor de transición entre la literatura medieval y el novedoso Renacimiento, o de algunos de los palacios ligados a la historia florentina, por ejemplo el ya mencionado palazzo Vecchio, el palagio dei Capitani di Parte Guelfa, junto al Mercato Nuovo, y el palazzo Pitti (siglos XV-XVII, apartamentos reales y sede de museos) y los jardines de Boboli, en la otra orilla del río. 

Si te gustan los templos y la soberbia fusión del estilo gótico y el del Renacimiento lograda en Florencia, puedes visitar santa María Novella (XIII-XV, fachada plenamente renacentista), no dejarnos engañar por el inacabado frontal de la basílica de san Lorenzo, pues esconde la capilla de los Medicis y la sacristía nueva (con obras de Miguel Ángel), la pequeña iglesia de Orsanmichele (XIV-XV, una antigua lonja gótica), la iglesia de Santa Croce (XIII-XV)... o cruzar el río hasta san Miniato al Monte, románica y con interesantes vistas sobre la ciudad. Los amantes de las alturas pueden subir al campanario y a la cúpula de la catedral. 

Totalmente prescindible: La construcción de la piazza della República en el centro de la ciudad fue una auténtica aberración arquitectónica, por lo que puedes pasar por Via Roma y cerrar los ojos cuando te acerques. 

Lo más friky y/o kitsch: En el Mercato Nuovo encontramos un jabalí de bronce al que se pone una moneda en el chorro del agua que sale del morro, pero no tengo ni idea si tenemos que dejar perder la moneda por el desagüe (cosa que duele) o intentar rescatarla.