Situada
entre el mar y el volcán Etna, esta ciudad es la segunda urbe de
Sicilia y capital de la provincia de Catania. Conserva pocos restos
anteriores al siglo XVIII porque, en pocos años, padeció una erupción y
un terremoto que destruyeron casi todo su patrimonio.
Catedral y, en primer plano, la fuente del Elefante |
Aunque, como en mi caso, no valoréis el periodo barroco,
hay que reconocer que Catania sorprende al visitante, tanto por la
reconstrucción homogénea de su centro histórico como por la reinterpretación
que hicieron del estilo, conocido como barroco tardío siciliano. Además los
edificios, en uso y restaurados, han tenido mejor suerte que los de Palermo.
Es
un buen punto de partida para explorar el Etna (3.342 metros) y poblaciones de
su alrededor, como Nicolosi, siempre y cuando tengamos presente que se trata de
una excursión que requiere preparación física y equipo adecuado. La ascensión
hasta la cima está prohibida, el acceso a la zona de los cráteres puede estar
cerrada por riesgo de erupción y las promociones de algunas empresas de
excursiones guiadas pueden inducir al error, pues sólo operan hasta la zona de
2.900 metros.
Su importancia le permite contar con una buena conexión mediante transporte público con otros lugares de la costa oriental de Sicilia (Siracusa, Taormina…) y continuar el recorrido hacia otras ciudades de Sicilia (Palermo, Agrigento, Mesina…).
Su importancia le permite contar con una buena conexión mediante transporte público con otros lugares de la costa oriental de Sicilia (Siracusa, Taormina…) y continuar el recorrido hacia otras ciudades de Sicilia (Palermo, Agrigento, Mesina…).
¿Qué ver?: En la piazza del Duomo está la catedral barroca (siglo XVIII, algún resto del primitivo edificio románico siciliano en el ábside) construida sobre las ruinas de las termas romanas de Achilliane. En el centro de la plaza se ve la fontana dell'Elefante (del mismo siglo, obelisco egipcio sobre un elefante de piedra) y a su alrededor otros edificios barrocos: el Ayuntamiento en el palazzo Senatorio o degli Elefanti, la badia di sant'Agata, y el seminario dei Chierici (actualmente Museo en el que se expone el tesoro de la catedral y arte religioso).
Castillo Ursino |
Entre
la catedral y el seminario dei Chierici se encuentra una puerta de la muralla,
la porta Uzeda o de Carlo V, que da acceso a otros palacios del
siglo XVIII, como el palazzo Arcivescovile y el palazzo Biscari, y girando a la
derecha, por via cardinale G.B. Dusmet, el mercado de pescado al aire
libre de Pescheria.
Desde allí se toma via Garibaldi y siguiendo a la
izquierda al llegar a via castello Ursino se llega al castillo del mismo
nombre (siglo XIII, con modificaciones posteriores, hoy museo arqueológico de
la ciudad).
Claustro di san Nicolò l'Arena (Universidad) |
Desandando el camino hasta via Garibaldi, atravesamos esta calle hasta
llegar a via Vittorio Emanuele, por la que ascendemos hasta via Quartarone,
para visitar el conjunto formado por el monasterio
benedictino di san Nicolò l'Arena (restos romanos, del convento del siglo XVI
en su biblioteca y cocinas y el resto del barroco tardío, hoy forma parte de la
Universidad de Catania) y la inconclusa iglesia de san Nicolò.
Sólo para entusiastas: Algunas de las mejores muestras de arquitectura barroca se encuentran en via Crociferi: las iglesias de san Benedetto, san Francesco Borgia, san Giuliano, el Collegio dei Gesuiti y el convento dei Padri Crociferi.
No muy lejos está la iglesia de sant'Agata al Carcere, desde donde se puede ir al parque de Villa Bellini (tengo la impresión que desde allí se ve el Etna, pero una erupción me lo impidió), para después seguir hasta el Teatro Massimo Vincenzo BeIIini (finales del siglo XIX, barroco tardío siciliano) y volver al centro por via Etnea pasando por la Collegiata o Regia Cappella y los palazzos Sangiuliano y dell'Università (todos ellos barrocos).
Si se quiere visitar lugares relacionados con personalidades de la ciudad encontramos el Museo Belliniano, dedicado al compositor Vincenzo Sellini, y la Casa-Museo del escritor Giovanni Verga.
Fuera del centro, en las cercanías de la estación de tren, se está conformando un polo cultural bajo el nombre de le Ciminiere, con museos de arte moderno, Cine, sobre el desembarco aliado durante la 2ª Guerra Mundial…
Totalmente prescindible: Si se visitó Taormina y/o Siracusa no hay que perder el tiempo buscando los escasos restos del anfiteatro romano. No confundir con recinto el teatro u odeón, más completo.
Lo más friki y/o kitsch: La mencionada fontana dell'Elefante parece una versión naíf del monumento de Bernini situado frente a santa María sopra Minerva en Roma.
Curiosos son los exvotos de las naves laterales de la iglesia de Carmine, en piazza Carlo Alberto, consistentes en sencillos dibujos del milagro o intercesión conseguido (supervivencia a un accidente, intervención quirúrgica exitosa…), muy diferentes de las más habituales figuras de cera u hojalata que aún hoy se pueden ver en algunas iglesias de los países de Mediterráneo.
Sólo para entusiastas: Algunas de las mejores muestras de arquitectura barroca se encuentran en via Crociferi: las iglesias de san Benedetto, san Francesco Borgia, san Giuliano, el Collegio dei Gesuiti y el convento dei Padri Crociferi.
No muy lejos está la iglesia de sant'Agata al Carcere, desde donde se puede ir al parque de Villa Bellini (tengo la impresión que desde allí se ve el Etna, pero una erupción me lo impidió), para después seguir hasta el Teatro Massimo Vincenzo BeIIini (finales del siglo XIX, barroco tardío siciliano) y volver al centro por via Etnea pasando por la Collegiata o Regia Cappella y los palazzos Sangiuliano y dell'Università (todos ellos barrocos).
Si se quiere visitar lugares relacionados con personalidades de la ciudad encontramos el Museo Belliniano, dedicado al compositor Vincenzo Sellini, y la Casa-Museo del escritor Giovanni Verga.
Fuera del centro, en las cercanías de la estación de tren, se está conformando un polo cultural bajo el nombre de le Ciminiere, con museos de arte moderno, Cine, sobre el desembarco aliado durante la 2ª Guerra Mundial…
Totalmente prescindible: Si se visitó Taormina y/o Siracusa no hay que perder el tiempo buscando los escasos restos del anfiteatro romano. No confundir con recinto el teatro u odeón, más completo.
Lo más friki y/o kitsch: La mencionada fontana dell'Elefante parece una versión naíf del monumento de Bernini situado frente a santa María sopra Minerva en Roma.
Curiosos son los exvotos de las naves laterales de la iglesia de Carmine, en piazza Carlo Alberto, consistentes en sencillos dibujos del milagro o intercesión conseguido (supervivencia a un accidente, intervención quirúrgica exitosa…), muy diferentes de las más habituales figuras de cera u hojalata que aún hoy se pueden ver en algunas iglesias de los países de Mediterráneo.
Mercado de la Pescheria |
¿Dónde
comer?: Los locales alrededor del mercado de la Pescheria están bastante orientados
al turista, pero los precios no son exagerados y la calidad es buena.
Compras: El céntrico mercado de la Pescheria también cuenta, durante toda la mañana, con puestos de repostería, embutidos, frutas y verduras. El cercano mercadillo de Fiera (piazza Carlo Alberto) nos ofrece productos parecidos (además de ropa y cachivaches variados) con la ventaja (o inconveniente, según los viajeros) de ser más popular y estar abierto todo el día.
Encontrar un supermercado en el centro, aunque sea pequeño, es difícil pero no imposible: siempre se puede preguntar a alguien que lleve una bolsa.
Como curiosidad algunas manzanas conservan el modelo de calles gremiales: mercerías y bisuterías (via Alessandro Manzoni), reparación del calzado y complementos (una de las calles que lleva a piazza Carlo Alberto)…
Compras: El céntrico mercado de la Pescheria también cuenta, durante toda la mañana, con puestos de repostería, embutidos, frutas y verduras. El cercano mercadillo de Fiera (piazza Carlo Alberto) nos ofrece productos parecidos (además de ropa y cachivaches variados) con la ventaja (o inconveniente, según los viajeros) de ser más popular y estar abierto todo el día.
Encontrar un supermercado en el centro, aunque sea pequeño, es difícil pero no imposible: siempre se puede preguntar a alguien que lleve una bolsa.
Como curiosidad algunas manzanas conservan el modelo de calles gremiales: mercerías y bisuterías (via Alessandro Manzoni), reparación del calzado y complementos (una de las calles que lleva a piazza Carlo Alberto)…
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