Vamos a hablar de una ciudad que, desde el primer momento, nos parecerá de cuento. Lo tiene todo: bonitas y limpias calles y plazas, montañas desde las que ver la ciudad y el río, grandes parques en los alrededores...
Puedes adquirir una tarjeta (Salzburg card) que te da entrada gratuita en todos los lugares de interés y acceso gratuito al transporte público. Es un poco cara, pero si vas con intención de verlo todo, te ahorrarás dinero.
Salzburg está a medio camino entre Innsbruck y Viena, y nos puede servir de base para explorar la Baviera alemana. Tiene aeropuerto propio, pero también buenas comunicaciones por tren con la capital de Austria o Munich, destinos para los que seguramente puedes encontrar mejores ofertas de vuelos.
También tienes que subir a la fortaleza que domina la ciudad y el valle (puedes hacerlo con el cremallera o incluso andando) o pasear por la ribera del río cruzando algunos de sus puentes.
Sólo para entusiastas: Es castillo está muy bien conservado y puede ser una interesante visita, que incluye el acceso a un pequeño museo de marionetas.
También puedes recorrer la Residenz fue el lujoso palacio de este obispado/principado de Salzburg.
Tienes la posibilidad de acceder al interior de alguna de las dos casas de Mozart, en Greteidegasse la humilde vivienda de la familia o la situada en Makart Platz, en la otra orilla del río, donde se trasladaron cuando comenzó la fama.
Normalmente encontrarás Salzburg otras exposiciones o actividades relacionadas con la música, especialmente la programación del Festspieläuser y de su Festival de Verano.
La catedral fue totalmente reconstruida después de la segunda guerra mundial y también destacamos iglesias como la de s. Peter, la de los Franciscanos o la del Colegio, sin olvidar los restos de la antigua iglesia y catacumbas excavadas en la montaña cercana a S. Peter.
No dudes en pasear al anochecer por las tranquilas calles y encontrarás vistas de la ciudad que te sorprenderán, especialmente los efectos de las luces sobre los acantilados y las casas.
El Palacio de Mirabell está en su mayor parte reconstruido y destinado a varios fines, pero conserva una bella escalera interior y la lujosa decoración original en alguna de las estancias de la parte superior.
Fuera de la ciudad, algo complicado para llegar en autobús si no te informas de cual es el correcto, está el Palacio de Hellbrunn, cuyo mayor interés son sus bromas y juegos de agua.
Lo más friky y/o kitsch: El Palacio de Hellbrunn, un ejemplo del despilfarro extravagante de los ricos y poderosos de todos los tiempos.
¿Dónde alojarse?: Conviene planificar el viaje con tiempo y reservar hotel, pues te puedes encontrarte con eventos que llenan y encarecen y la ciudad. Sólo separado del centro por un corto túnel está Neutorstrasse donde puedes encontrar varios alojamientos. Las mejores ofertas las encontrarás alejándote un poco más del centro, incluso buscando al otro lado de la cercana frontera alemana.
1 comentario :
perfecta descripcion de salzburgo
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