Montañas y los pueblos de la Provenza francesa: las Alpilles

Desde Arles se puede aprovechar para descubrir la parte occidental del macizo montañoso de las Alpilles y, para ello, nada mejor que empezar por la abadía de saint-Pierre de Montmajour, un monasterio medieval fortificado (siglo XII, iglesia, claustro, sala capitular…), con construcciones anexas como la torre gótica de Pons de l'Orme (XIV), la ermita de saint-Pierre (XI), la capilla de la Sainte-Croix, el refectorio, la biblioteca y un albergue para peregrinos (XVIII).

Ruinas del castillo de Baux de Provence

Calle de Baux de Provence

Siguiendo unas carreteras que se internan en la cordillera se llega a les Baux de Provence (Lei Bauç de Provença). Se anuncia como una de las más bellas localidades de Francia y, aunque tiene encanto y no se le puede negar la belleza entorno natural, no pasa de ser uno de tantos pueblos preservado por el abandono de sus habitantes que ha permitido su reconversión para el turismo. Las ruinas del castillo des Baux (elementos del siglo XII al XVII) coronan un promontorio y, a sus pies, se extiende la ciudadela de casas de piedra, la iglesia de saint-Vincent (siglo XII, interior románico y renacentista parcialmente excavado en la roca) y varias residencias señoriales (XVI-XVII) que conservan su esplendor: el hôtel de Manville (actual Ayuntamiento) o el hôtel de Porcelet (Musée Yves Brayer).

Saint-Paul-de-Mausole en Saint-Rémy-de-Provence

Arco de triunfo mausoleo en el yacimiento de Glanum

Después de pasar por el monte Gaussier, con sus caminos para practicar senderismo, a la entrada de Saint-Rémy-de-Provence se encuentra el yacimiento romano de Glanum, siendo los elementos mejor conservados el Arco de triunfo y el Mausoleo, y el cercano monasterio de saint-Paul-de-Mausole, con su iglesia y un notable claustro (de los siglos XI o XII), que la historia acabó convirtiendo en un sanatorio mental, en el que Vincent Van Gogh pintó paisajes de la zona aún reconocibles.

Una vez en el centro de la ciudad, la colegiata de saint-Martin sólo conserva su campanario gótico (siglo XIV) mientras que en el quartier du Planet, barrio con una calle dedicada a Notradamus (nació en él), se encuentran los edificios más representativos, aunque de desigual interés: los palacetes u hôteles Mistral de Mondragon (XVI), Estrine (XVIII, musée Estrine de pintura moderna y contemporánea y centro de interpretación de la figura de Vincent van Gogh), Sade (XV-XVI, Musée Archéologique que conserva los hallazgos de Glanum y otros lugares), Lagoy (XVII), Almeran (XV-XVI), el que fuera hospital de saint-Jacques (XVII)… y, dispersas por el término municipal, alguna ermita como la de Notre-Dame-de-Romanin (o de Pierargues) o los restos de la abadía de Pierredon.

Descendiendo hacia el valle, conviene hacer una parada en la chapelle saint-Gabriel de Tarascon (XII, románico provenzal), para seguir después hacia a Tarascon, cruce de caminos entre Montpellier-Nîmes, Avignon, la Camarga, Arlés y el macizo de Luberon.

Colegiata real de sainte-Marthe en Tarascon

Castillo del rey René

Pero antes de abandonar el lugar con otros destinos, se puede ver el quartier Kilmaine, antiguos cuarteles y caballerizas militares (XVIII, impresionante cubierta de madera redondeada) reconvertidos en zona administrativa, cultural y residencial, mientras que, a orillas del Ródano, destacan el castillo del rey René (siglo XV), una combinación de perfecta defensa exterior y refinado palacio y la colegiata real de sainte-Marthe (pórtico románico y, el resto, reconstruido y modificado en diversas épocas).

Desde allí, en la otra orilla, se ve Beaucaire (Bèucaire), con su castillo de torre triangular sobre una colina.