Toulouse, la capital del Lengadòc

Conocida como la ciudad rosa por el color que dan los ladrillos a la mayoría de sus edificios antiguos, Toulouse (Tolosa) es la capital del departamento de Haute-Garonne y, tradicionalmente, la cabeza de la región histórica del Lengadòc (o Languedoc). 

Cuenta con buenas conexiones por tren con la cercana población de Carcassonne o, de camino a la costa atlántica, hasta Bordeaux. También permite hacer una ruta por tierras de los cátaros, acabando en Andorra, llegar hasta la Vall d'Aran, entrar en la Cerdanya catalana y es una de las etapas del camino a Santiago de Compostela que viene de  Arles - Montpellier y entra a la península ibérica vía Somport.

Dojon

¿Qué ver?: La sede del Capitole (siglo XVIII, Ayuntamiento) da nombre a una gran plaza monumental en el centro de la ciudad, mientras que el parte del mismo encontramos la torre Donjon (XVI), antigua prisión y único elemento conservado del antiguo consitorio municipal. Desde allí podemos acercarnos a la basílica románica de saint-Sernin (XII), con una gran torre octogonal (la aguja es del XV) y un interesante deambulatorio en la cabecera, y al convento de los Jacobins (XIII-XIV), de altas columnas e impresionante bóveda gótica, torre y claustro.

St- Étienne

Las dimensiones de los templos anteriores empequeñecen a la catedral de st-Étienne (siglos XIII, XIV, XVI), edificada a lo largo del tiempo y cuyo resultado final es una irregular amalgama de estilos arquitectónicos.

Tampoco hay que olvidar pasar un rato por la place Wilson, un animado parque circular a cuyo alrededor se construyó siguiendo el contorno de la rotonda. 

Los cauces del río Garonne, el canal de Brienne y el canal del Midi constituyen otro atractivo de la localidad, fundamentalmente por los paseos y parques de sus orillas, los puentes y las embarcaciones que lo surcan.

Campanario de los Augustins

Sólo para entusiastas: Toulouse cuenta con varios museos y centros de exposiciones: Musée Saint-Raymond (antiguo colegio universitario del siglo XVI, arqueología), Musée du Vieux Toulouse (Hôtel Dumay del XIV, dedicado al pasado de la villa), Musée Paul-Dupuy (artes gráficas), Musée Georges-Labit (colección de objetos recogidos durante sus viajes por el explorador Georges-Labit), Musée des Augustins (gótico del XIV y XV, convento adaptado como museo de bellas-artes en el XVIII), Foundation Bemberg (u Hôtel Assézat, libros, pinturas y esculturas), Musée d'Art Moderne et Contemporain des Abattoirs (en el antiguo matadero del XIX), Historia Natural, Cité de l'espace (dedicado a la conquista espacial), Chateau d'Eau (fotografía) … o los dedicados a instrumental médico de los hospitales de Toulouse, a la Resistencia y la Deportación, el Centro Meridional de Arquitectura o el Centro Municipal del Cartel, la Carta postal y las Artes Gráficas.

Otros edificios remarcables de la ciudad son la sala de conciertos Halle aux Grains (siglo XIX, almacén de cereales reconvertido en auditorio), la prisión de Saint-Michel (XIX), el palacio Niel (XIX neoclásico), el Hôtel-Dieu Saint-Jacques (XVII-XVIII, albergue-hospital de peregrinos), las ruinas del anfiteatro romano de Purpan-Ancely (siglo I), así como gran número de palacetes renacentistas, u hôtels, de la burguesía: Vieux-Raisin (o Maynier), Assézat (Fundation Bemberg), Pierre Delfau, Bernuy, Nueces, Castellane, Bagis (o Pierre), Sanit-Jean, Mamye, Espie, Ulmo, Dubarry, Dumay (Musée du Vieux Toulouse), Chalvet, Ciron, Bonfontan, Comère, Jean Bolé, Thomas de Montval, Astorg e Saint Germain, Brucelles, Boysson (Maison de l’Occitanie), Dassier, Puymaurin, Hautpoul-Malaret…

Entre los monumentos de origen religioso que faltan por mencionar están la basílica de Notre-Dame de la Daurade (siglo XVIII), la capilla-hospital de la Grave (XVIII-XIX) o las iglesias de la Dalbade (XVIII-XIX), du Taur (fachada gótica de los siglos XIV y XVI) y saint-Pierre des Cuisines (XI y XV) en la que se reconocen elementos románicos y góticos.

La ciudad cuenta con múltiples espacios verdes como los jardines Japonais, des Plantes, Grand-Rond y Royal, o los parques de Pech David, La Ramée, Sesquières o les Argoulets.

Totalmente prescindible: Si en la visita a Toulouse hubiera que dejar algún lugar para mejor ocasión, ese sería el interior de la catedral de St- Étienne, pues sufrió (nunca mejor dicho) una ampliación gótica de su primitiva base románica que desmerece el conjunto.