Ir a sitios interesantes, sin gastar mucho y por tus propios medios es posible. Vive siempre una aventura, en un destino cercano o exótico, porque eso diferencia a un viajero de un turista
jueves, 31 de agosto de 2017
Descubre Edimburgo caminando por la Royal Mile
Casas de la Royal Mile vistas desde Princes Street Gardens
Gracias a la
simpatía que despiertan las tradiciones de Escocia y un centro histórico que,
sin llegar a ser espectacular, es resultón, Edingurgh (Dùn Èideann) se ha
convertido en un popular destino turístico con poco esfuerzo y sin caer en
excesos. Vivió su expansión urbanística en los dos siglos anteriores y pocas
cosas son lo que aparentan pues varias construcciones son obras neogóticas y las partes más antiguas pasan
desapercibidas.
Además, junto
con la cercana Glasgow, es el punto de partida de las rutas por las Highlands, los castillos y palacios escoceses (Stirling, Dunnottar, Eilean Donan…),
los de la costa inglesa (Lindisfarne, Bamburgh, Alnwick, Warkworth…), el muro de Adriano (siglo I) y los lagos del país, de los que el loch Ness
ni siquiera es de los más bonitos. Con tiempo y paciencia, es posible llegar a
muchos de esos lugares utilizando el transporte público o prolongar nuestro
viaje en dirección al sur, al área de York, Manchester y Liverpool.
El castillo de Edimburgo desde Princes Street Gardens
El castillo visto desde el National Museum of Scotland
¿Qué ver?: La Royal Mile, con una milla escocesa de longitud y diferentes
denominaciones en el tramo superior, medio e inferior, une el castillo de Edimburgo con el Holyrood Palace. En sus proximidades se
hallan los principales monumentos y nos servirá de punto de referencia durante nuestra visita que empezaremos ante
la Castle Rock, coronada por la fortaleza de Edimburgo, para obtener la
mejor panorámica recorriendo su perímetro por los jardines de Princes Street,
King’s Stables Road, y Johnston Terrace.
Prisión del castillo de Edimburgo
Recinto interior del castillo de Edimburgo
Al recinto se
accede por la Esplanade y no lo considero una visita imprescindible, pues el palacio real (siglo XV e interior del
XVII, exposición de la Stone of Scone y joyas de la corona) no es relevante, el
Great Hall (XVI) fue restaurado con
escaso rigor, la Margaret's Chapel (XII)
son cuatro paredes y en los sótanos, tal vez lo más curioso, se ha recreado la prisión
de guerra a la que se destinaron en el pasado. El resto está ocupado por
cuarteles reconvertidos en museo militar y el Scottish National War Memorial (XX) dedicado a
los soldados muertos en batalla.
The Hub
En nuestro
descenso nos detendremos un momento ante el edificio neogótico de The Hub (siglo XIX, antes iglesia de
Tolbooth Highland st. John's), que sirve de sede del famoso festival
internacional, y aprovecharemos para asomarnos a las iglesias dest. Columba’s
(XIX) o reponer fuerzas en Grassmarket.
White Horse
A partir de
aquí, la Royal Mile cuenta con una arquitectura bastante uniforme
(fundamentalmente de los siglos XIX y XX) y tiene la particularidad que los
pasajes se abren en closes, a medio
camino de plazoleta y patio de vecinos. Algunos tienen cierto encanto y se
trata de ir asomándose para ver que hay. Los de esta zona son los más
frecuentados por los turistas, sobre todo el conjunto que queda detrás de las
viviendas del Townhouse Gladstone's Land
(XVI-XVII), aunque también los hay en el trecho final (White Horse,
Bakehouse…)
Greyfriars
Kirkyard
Galería del Royal Museum
Aprovechando
el cruce con George IV Bridge, podemos dirigirnos al cementerio deGreyfriars
Kirkyard, el Royal Museum (siglo
XIX, colecciones de ciencias naturales, tecnología…), cuyo deslucido exterior
esconde una bonita galería de hierro y vidrio, el moderno National Museum of Scotland (XX, arqueología e historia del país), con
buenas piezas y fantásticas vistas desde su terraza, y el Old College de la Universidad (XVIII-XIX).
Exterior de la High Kirk
Nave de la High Kirk
Techo de la capilla Thistle
Casi a la mitad
de la Royal Mile encontramos la High
Kirk of Edinburgh (o de saint Giles, siglo XIV) también llamada catedral,
aunque no lo es. El interior es austero y desprovisto de imágenes, como
corresponde al culto presbiteriano al que está dedicada, y el añadido de la
curiosa Thistle Chapel de
inspiración medieval (XX).
John Knox House
En la otra
acera, The Real Mary King’s Close
nos aproxima a la vida cotidiana en las infraviviendas (XVI-XVII) sepultadas
bajo los nuevos inmuebles y podemos ir a la Wellhead at John Knox House (XVI, museo sobre el protestantismo),
una de las pocas casas tradicionales que han perdurado hasta nuestros días.
Old Moray House
Canongate Tolbooth
Seguimos
nuestro paseo ante la mansión Old Moray
House (siglo XVII, dependencias de la Universidad), los juzgados y prisión de
Canongate Tolbooth (XVI, reformado
en el XIX, alberga el The People's Story), el contiguo CanongateKirk (iglesia
y cementerio del XVII) y el Scottish
Parliament (XXI).
Palacio de Holyrood
Y llegamos
ante el Holyrood Palace (u
Holyroodhouse) que comprende las ruinas
de una abadía (siglo XII), el palacio
(XVII, decoración barroca) y, en lo que fuera un coto de caza, un magnífico parque urbano a los pies de una mole de
roca, con el Arthur's Seat como
punto más alto. Como colofón de la ruta, subimos por el sendero que se adentra
en la caldera volcánica, ascendiendo suavemente por la pendiente, y dejamos la pronunciada
pista de la Radical Road, al pie de las paredes de Salisbury Crags, para descender
tranquilamente y admirar, desde las alturas, el Holyrood Palace, el Parlamento
y, al fondo, el castillo.
El Arthur's Seat en el parque de Holyrood
Sólo para entusiastas: Al otro lado de Princes Street
Gardens se extiende la ampliación urbana del New Town, con residencias de arquitectura georgiana o
neoclásica de los siglos XVIII y XIX y palacetes como la Bute House.
Catedral de st. Marys
Scott Monument
Calton Hill
LaScottish National Gallery (pintura y escultura hasta el
impresionismo) ocupa una posición central en los jardines, muy cerca del Scott
Monument (XIX). Desde allí se puede
ir a la colina de Calton Hill, donde se erigen el observatorio
astronómico y varios monumentos conmemorativos, o dirigirnos hacia Haymarket
para acercarnos a las iglesias de saint John’sy Parish of st. Cuthbert (XIX, en la esquina
con Lothian Road), la catedral de st.
Marys (XIX)...
Rosslyn Chapel
El castillo de Craigmillar
Interior de Rosslyn
A las afueras, pero con un acceso fácil en autobús público, podernos
hacer dos escapadas al castillo medieval deCraigmillar(siglos
XIV-XVI, en aceptable estado de conservación) y la original Rosslyn Chapel (siglo XV, gótica con influencias del
renacimiento) en la localidad de Roslin (Midlothian).
El yate Britannia
Totalmente prescindible: El puerto y el barrio
de Leith intentan convertirse en el polo de nuevas ofertas para el
visitante, pero creo que, de momento, sólo la zona de The
Shore está en el buen
camino, mientras que el yate Britannia es una atracción para los británicos.
Escultura de Bobby
Lo más friki y/o kitsch: Si alguien pensaba que dedicaría este
apartado al kilt, ha errado pues, al fin y al cabo, ir con saya fue lo habitual
en Europa hasta hace menos de doscientos años y, quien tenía dinero, llevaba
calzas o, sino, iba a pierna.
Me ha
parecido más entrañable la historia del perro Bobby que veló a su amo durante años
en el cementerio de Greyfriars, donde tienen una escultura, una lápida y la
gente deja palos de madera.
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