Arle no es, ni mucho menos, la ciudad más bonita de Francia, pero lo que sí es cierto es que, en sus calles encontramos un interesantes compendio de lo mejor que se puede ver en el sur de Francia: pasado romano, arquitectura románica y gótica, el río Rhône atravesando la localidad… y un buen lugar desde el que descubrir la Camargue y el parque natural y los pueblos de las Alpilles de la región de las Bouches-du-Rhône, o los montes de Luberon.
Cuenta con comunicaciones frecuentes por tren desde Montpellier o Nîmes, y desde ella se puede continuar con destino a Avignon o en dirección a Marseille y Nice.
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Fachada de la catedral de saint-Trophime en Arles |
¿Qué ver?: En la plaza de la Repúblique se encuentran la iglesia de sainte-Anne (sala de exposiciones temporales) y el Hôtel de Ville, desde donde que se accede a los criptopórticos (siglo I a.n.e, subterráneos del foro romano), mientras que en otra de sus esquinas se yergue la catedral de saint-Trophime, con su pórtico, torre y nave románicas (XII), el ábside y coro góticos (XV) y un claustro que mezcla ambos estilos.
El edificio del antiguo ayuntamiento, el palais des Podestats (siglo XIII) está en la calle posterior al Hotel de Ville y, desde allí, un corto recorrido se convierte en un viaje en el tiempo que nos lleva por las termas de Constantino (siglo IV), el patio de la Commanderie Sainte-Luce (XIII-XVI), el Grand Prieuré Hospitalier (XV-XVII, sede del musée Réattu, dedicado al arte contemporáneo y la fotografía) hasta desembocar en la ribera del Ródano.
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Las Arenas, el anfiteatro romano de la ciudad de Arles |
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Patio del ancien Hôtel-Dieu pintado por Van Gogh |
El colofón del paseo son las Arenas o anfiteatro romano (siglo I), que presenta su mejor panorámica desde la rue de l’Amphithéâtre, para después pasar por el yacimiento del teatro antiguo (s. I a.n.e., totalmente en ruinas) y acabar en el ancien Hôtel-Dieu (XVI-XVII) y su jardín interior, pintado por Van Gogh en varios de sus cuadros.
Sólo para entusiastas: Aunque esté un poco alejado del centro, hay que destacar el Musée de l'Arles et de la Provence antiques construido sobre el circo romano (siglo II, sólo ha perdurado una muestra de las bóvedas que sustentaban las gradas) con una buena colección arqueológica en la que destacan los sarcófagos paleocristianos.
De la época romana quedan otros restos, de interés relativo, como la necrópolis de los Alyscamps, utilizada hasta la Edad Media pero totalmente espoliada, la llamada puerta de Augusto o porte de la Redoute en un tramo de muralla, algo de la cabecera del puente sustentado en barcazas (siglo I)…