Cambridge, colleges e iglesias a orillas del río Cam

El río Cam con la King’s Chapel y, al fondo un lateral del Clare College

Cambridge es una ciudad universitaria inglesa, que ha conseguido preservar el centro histórico constituido por sus antiguos “colleges” a orillas del río Cam, instituciones educativas vinculadas a la Universidad, con las sucesivas ampliaciones de la ciudad y los nuevos centros de enseñanza.

Round church

Puede ser una interesante excursión desde Londres, utilizando el tren se tarda una hora, o para hacer una escapada de varios días aprovechando el aeropuerto de London Stanstead (30 minutos en tren).

¿Qué ver?: Un buen punto de partida, antes de recorrer los "colleges· más importantes, es el monumento más antiguo del lugar: la iglesia románica-normanda  Round church (u of the Holy Seplulchre, siglo XI), de planta circular, ventanas góticas, sidutada en la esquina de la calle del mismo nombre y la Bridge street.

Court de st. John’s College

A continuación, cruzaremos la calle para entrar en st Johnnn’s street, donde está la Great Gate del siglo XVI por la que se entra al recinto del st. John’s College (de pago), una visita imprescindible por los patios, biblioteca, comedor y capilla), para continuar por la misma calle en dirección al Trinity College (de pago), con otra imponente puerta por la que se accede a varios patios, rodeados por edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX, y a la biblioteca.

Techo de la King’s Chapel

A continuación podemos seguir por una estrecha calle, Trinity lane, que nos lleva a los “colleges” Trinity Hall, Clare (de pago) y a la entrada de la King’s Chapel (de pago, siglo XV),  una capilla gótica de techos altos y espectaculares vidrieras, cuyo altar preside la Adoración de los Reyes Magos de Rubens, y al King’s College (visita incluida en la entrada, aunque no durante la época de exámenes) de estilo neogótico, construido en los siglos XVIII y XIX.

Great st. Mary’s church

Saliendo a la calle King’s Parade, podemos visitar la iglesia de  great st. Mary’s church (inicios del siglo XVI) y continuar, pasando por las iglesias de st. Benedict’s, st. Botolph church y Emmanuel, hasta la calle Trumpington street, donde se encuentran el “college” más antiguo, Peter House (XIII, sólo conserva el comedor de esa época), la pequeña iglesia gótica de  Little st. Mary’s church y el Pembroke College (puerta original del XIV).

Queen’s College

Volviendo sobre nuestros pasos, bajaremos por Sirver street, para ver el Queen’s College (de pago) que, a mi parecer, ha conservado el diseño original del siglo XV. Para finalizar, podemos ir a la orilla del río Cam y, desde allí, pasear o dejarnos llevar por los barqueros viendo los jardines y la parte trasera de los edificios universitarios. 




Sólo para entusiastas: Pero Cambridge no sólo tiene los parques de la ribera del Cam (Sheep’s green, Laudress green, Queens green), también puedes disfrutar como los estudiantes de un rato de descanso en el Jesus green, pasear por el pequeño jardín del Emmanuel college, el parque de Christ’s Pieces o el Cambridge University Botanic Garden.

La lista de “colleges” (hasta 31) no se agota con los mencionados antes, pero mientras que algunos permiten el acceso de forma gratuita a los espacios comunes (Magdalene College, Emmanuel College), en otros hay que respetar la prohibición de entrada. En otros casos, se trata de instituciones modernas o ampliamente reformadas con escaso interes arquitectónico.

Otras pequeñas iglesias que podemos encontrar en nuestro recorrido son St. Gotolph, St. Andrew’s, St Columbus, Anglican Paris of St. Celment, Holy Trinity…

La ciudad también cuenta con varios museos especializados en ciencias naturales (Whipple Museum of the Historiy of Science, Zoology Museum, Sedgwichk Museum of Geology) y en arte y arqueología (Museum of Classical Archeology, Fitzwilliam Museum, Museum of Archaelogy and Anthropology; Anthropology).

Lo más friki y/o kitsch: Sin la menor duda el Grasshopper Clock, un reloj que funciona con un curioso mecanismo disimulado por un saltamontes demoniaco, y que costó la friolera cifra de 1.000.000 de libras esterlinas.