Puerta Scnetztor |
La ciudad de Konstanz conserva el trazado medieval gracias a habese librado, por su proximidad con la frontera Suiza, de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Entrando por la puerta Scnetztor accedemos a la calle más antigua de la ciudad, la Hussenstraße, flanqueada por casas de los siglos XIII y XVII.
Ante nosotros se abre la plazoleta de Obermarkt y las fachadas del Hotel Barbarossa y la Zum Hohen Hafen, las más destacadas junto con las de la cercana Hohes haus (en el interior frescos románicos) y el Zum Goldenen Löwen. Siguiendo adelante por Wessenbergstraße encontramos la iglesia de sankt-Stephans (románica ampliada en estilo gótico) y la catedral Konstanzer Münster (gótico tardio y remates neogóticos del XIX).
Obermarkt |
Decoración de la Zum Hohen Hafen |
Ante nosotros se abre la plazoleta de Obermarkt y las fachadas del Hotel Barbarossa y la Zum Hohen Hafen, las más destacadas junto con las de la cercana Hohes haus (en el interior frescos románicos) y el Zum Goldenen Löwen. Siguiendo adelante por Wessenbergstraße encontramos la iglesia de sankt-Stephans (románica ampliada en estilo gótico) y la catedral Konstanzer Münster (gótico tardio y remates neogóticos del XIX).
La estatua Imperia a orillas del lago Bondesee |
Rheintorturm |
Edificios del Rahaus |
Los monumentos más singulares están a las afueras, como los monasterios e iglesias de la isla de Reichenau (siglos IX al XI, declaradas patrimonio de la Humanidad) o el museo del palafito (Unteruhldingen), que reproduce viviendas de la Edad de Bronce.
Ruinas del castillo de Hohentwiel |
Desplazándonos hacia el interior, en el municipio de Singen, podemos visitar las ruinas de la fortaleza de Hohentwiel (siglo XVI y posteriores).
Más siniestro es el campo de trabajo Goldbacher Stollen KZ Aufkirck en Überlingen, donde los prisioneros excavaron galerías bajo una montaña para proteger la maquinaria industrial de las bombas de los aliados.
Embarcadero de Allensbach, frente a la isla de Reichenau |
En definitiva, se trata de un destino asequible que nos permite desplazarnos en bicicleta o tren e, incluso acercarnos a las cataratas de Rheinfall, ir a Zúrich o a las más alejadas Basilea (Basel) y Friburgo (Freiburg im Breisgau) para, desde allí, hacer ruta por los castillos y catedrales del curso medio del Rin. Cruzando la frontera Austriaca se llega a la región del Tirol y a la ciudad de Innsbruck.
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