Bérgamo y Brescia pueden parecer lugares menores en una Italia repleta de propuestas más monumentales y espero que, al acabar la lectura de estas notas, cambiéis de opinión. No os engañaré, diciendo que están en condiciones de competir con ellas, pero sí quiero reivindicar dos centros históricos con encanto y desconocidos para muchos.
Puerta de entrada al recinto fortificado de Bérgamo |
Otro argumento a su favor es que entramos a la región de la Lombardía por el aeropuerto de Bérgamo y, por ello, no resulta descabellado aprovechar la circunstancia para visitar la ciudad, y la cercana Brescia, antes de ir a Milán. También se puede hacer una excursión desde el lago di Garda o Verona, o incluirlas en la ruta que nos lleva por los límites de la regiones de la Lombardía y la Emilia-Romagna.
Cualesquiera que sea la opción escogida, están bien comunicadas por tren o líneas de autobús. Limitándonos a lo principal de cada sitio y exprimiendo al máximo la jornada, es posible ver las dos en un día pero es mejor dedicarles más tiempo.
¿Qué ver?: Hablar de Bérgamo es hacerlo de la città alta rodeada por un sistema defensivo compuesto por el castillo de la Rocca (siglo XIV), los parapetos y baluartes (XVII) y las mura venete (murallas del XV).
Palacios de la Ragione, del Podestà y el Campanone |
Fachada de la basílica de santa Maria Maggiore |
Y si esta plaza no nos sorprendió, pasemos por la lonja del palazzo de la Ragione para acceder a la piazza del Duomo, rodeada por el lateral románico-lombardo de la basílica de santa Maria Maggiore (XII, el interior es barroco), la capilla Colleoni (XV, mausoleo renacentista) y el baptisterio (XIV).
Duomo nuovo y, en primer plano, la Rotonda |
Interior de la Rotonda |
XVII, actualmente administración provincial), la torre del Popolo (o del Pégol, del XII), el duomo nuovo (barroco) y la joya románica-lombarda de la ciudad: la catedral circular de la Rotonda (o concattedrale invernale di santa Maria Assunta, del XI).
El otro polo de atracción para el turista es el complejo monástico de san Salvatore y santa Giulia, que no puedo valorar porque el horario de cierre manda sobre el deseo de verlo todo en la misma jornada. Los expertos destacan la iglesia de san Salvatore (siglos VIII y XI, detalles bizantinos y frescos de la alta Edad Media), la iglesia de santa Maria in Solario (XII y frescos del XVI) y, en menor medida, el coro (XVI) y la iglesia de santa Giulia (finales del XVI, museo dell'Era Cristiana).
Sólo para entusiastas: En la parte alta de Bérgamo faltan por mencionar los jardines del Orto Botanico di Bergamo "Lorenzo Rota" y varios museos: la Fondazione Bergamo nella Storia (historia de la ciudad durante la época contemporánea), el arqueológico y el de ciencias naturales. En la ciudad nueva se encuentran la sede de la Accademia Carrara (pintura de los siglos XV al XIX), la Galleria d'Arte Moderna e Contemporanea (arte del XX) y el Museo Donizetti (dedicado a la vida y obra del compositor).
Piazza della Loggia |
Brescia tiene el ruinas de su foro romano (santuario, templos y teatro), la torre della Pallata (XIII-XV), el medieval palazzo Martinengo, iglesias de diversos estilos y desigual relevancia (por mencionar alguna, san Francesco d'Assisi, san Faustino in Riposo…) y el cementerio (XIX).
Totalmente prescindible: La parte baja de Bérgamo no precisa que le dediquemos ni un minuto, excepto los días de mercado o si nos sobran horas de espera y, en Brescia, no hay que esforzarse en encontrar la piazza della Victoria (primer tercio del siglo XX).
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