La fama de la ciudad de Girona, la Costa
Brava (Alt y Baix Empordà), la zona volcánica de la Garrotxa, el lago de Banyoles (Pla de l'Estany)… nos oculta la de otros lugares como,
por ejemplo, la comarca del Gironès
y, para descubrirlos, comenzamos por Cervià
de Ter y su monasterio benedictino
(claustro e iglesia decorada con pinturas románicas), algunos restos de la muralla medieval y la torre del rellotge, para después ir a Sant Julià de Ramis, en cuya la montaña
dels sants Metges, encontramos una capilla
románica, las ruinas romanas del Castellum
Fractum y el castillo de Montagut.
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Sant Martí Vell |
Muy cerca, Celrà conserva la Fábrica Brillas i Pagans (principios del siglo XX) y diferentes fortificaciones: castillos de Celrà, torre Desvern, ruinas de Barbavella y de Palagret o de Mabarrera, mientras que Bordils cuenta con un molino de harina e iglesia (gótico tardio y renacentista) con campanario orctogonal. Desde allí seguimos por las estribaciones del macizo de las Gavarres hasta Sant Martí Vell, con su iglesia (siglo XVI) y punto de partida de caminos hacia la cima del Puig Alt y el santuario dels Àngels (siglo XVI), hasta donde también podemos llegar por carretera desde Madremanya, que merece hacer una parada, sin olvidar el cercano Millars, pueblo tranquilo y rural, con sus calles, masías y castillo.
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Iglesia de Llagostera |
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Torre y muralla en Llagostera |
Aunque una tortuosa carretera nos llevaría hasta
Llagostera, deshacemos el camino y, pasando al oeste de Girona, nos acercamos a
Vilablareix para ver la Torratxa o torre dels Moros (sepulcro romano del siglo II), continuando hasta
Llagostera, cuyo barrio de Reramur
conserva el trazado medieval y restos de su muralla, como la torre de la Presó, que sirve de mirador
sobre la comarca.
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Iglesia románica en Caldes de Malavella |
Entramos en la comarca de la Selva, que nos ofrece dos itinerarios bien diferentes, uno en dirección al Parc Natural del Montseny y otra por el mar Mediterráneo.
En
el primero, nuestra primera parada es Caldes de Malavella, conocida por
sus balnearios y casas modernistas, los restos de las antiguas termas
romanas de Aquae Calidae, un tramo de muralla, la iglesia (romànica con modificaciones),
en Sant Maurici, fuera del núcleo urbano, los restos del castillo de Malavella y en la zona de Sant Grau las ruinas del castillo de Caldes.
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Restos de las termas romanas |
Siguiendo hasta Maçanet de la Selva vemos su iglesia
(románica pero modificada), el palacio
de Foixà, el pont Vell o del Dimoni y, en sus alrededores, el castillo de Torcafelló, el pozo de hielo de Buscatell, los restos
del poblado ibérico de Montbarbat, las
casas fortificadas de torre Marata y
torre Cartellà.
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Recinto amurallado en Hostalric |
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Muralla de Hostalric |
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Campanario de Breda
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Unos kilómetros más allá, ofreciendonos una visión más próxima de las montañas
del Montseny, Hostalric es un recinto amurallado medieval con diez torres (Ararà, dels Frares,
del Convent), el Portal de Barcelona,
iglesia gótica... y coronado por una
fortaleza militar (siglo XVIII).
Breda se fundó alrededor
de un monasterio benedictino, del que se conservan la iglesia gótica y el campanario, con dimensiones de catedral, así como el patio de la abadía, restos del claustro y el Ayuntamiento (antigua
iglesia de santa María).
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Iglesia en Sant Feliu de Buixalleu |
Adentrándonos
en el Montseny, nos dirigimos a Sant Feliu de Buixalleu, con sus iglesias de sant Feliu de
Buixalleu (románica y ampliación gótica) y sant Llorenç de
Gaserans (ábside románico), en cuyo término municipal también encontramos
las ermitas de sant Segimon del Bosc (planta románica modificada en el
siglo XVI), santa Bàrbara (siglo XVI) y el interesante castillo de Montsoriu en el límite con nuestro próximo destino. Arbúcies cuenta con un centro de
interpretación de los usos del agua en la
Farga del Roquer (fragua), el Museu Etnològic del Montseny y andando, disfrutamos de los paisajes del Parc Natural del Montseny y diferentes
ermitas: sant Marçal de
Montseny (entre Les Agudes i el Matagalls), sant Pere Desplà (con
pinturas prerrománicas) o, en la zona de Joanet, las de sant Cristòfol de Cerdans, santa Maria de Lliors y sant Mateu.
Nos dirigimos
por el camino más corto, pese a unos kilómetros de carretera con curvas, a Sant
Hilari Sacalm: iglesia (romática con reformas),
diversos edificios modernistas
ligados a los balnearios, como los
de Font Picant, Font Vella, Taverna
de l'Aigua, y sus cien fuentes (Abeuradors, Saguarda…), así como la posibilidad
de subir hasta la Creu de les Guilleries,
el Puig de sant Miquel de Solterra,
visitar las iglesias sant Martí de Querós o de santa
Maria de Mansolí (siglo XIII), o ver algunos edificios singulares
como el mas Soler (XVIII), la torre o casal de Villavecchia (XIX)
y el castell de Mansolís o Saleta del
Mas (XVII, no se
puede visitar).
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Castillo de Farners
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Santuario de la Virgen de Farners |
Nuestro próximo destino puede ser la localidad de Osor, con sus casas de piedra, la torre de Recs (siglo XVI), tres puentes medievales (el pont Vell, el de Can Vidal y el de
les Bruixes) y acceso al santuario de la
Virgen María del Coll, o continuar hasta Santa Coloma de Farners, parando en las ruinas del convento de sant Salvi de Cladells, la iglesia de sant Miquel de Cladells (románica), el castillo de Farners (siglo XI), la ermita de la Virgen de Farners o
caminar hasta el monasterio de sant Pere Cercada y su
iglesia (románica).
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Murallas de la Vila vella de Tossa de Mar |
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Playa y castillo de Tossa de Mar |
Con este otro itinerario disfrutaréis de
la costa de la comarca de la Selva y
no hay mejor lugar para hacerlo que en Tossa de
Mar, un bonito pueblo cuyo mayor atractivo
es el recinto amurallado de la Vila vella y sus tres torres (des Codolar,
de ses Hores i d'en Joanàs), sin olvidar la casa Falguera (siglo XIV, actualmente Museu Municipal) o cal Governador (Museu d'art
contemporani), mientras que extramuros se situan las construcciones barrocas de la iglesia y el antiguo Hospital (Casa
de Cultura).
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Costa Brava |
A
unos pocos kilómetros, Lloret de Mar
apostó por el turismo de masas aprovechando sus playas (Canyelles, Fernals, Treumal, cala
Boadella, Lloret y Santa Cristina), aunque consiguió preservar la
iglesia, algunas casas de indianos como can Garriga (Museo Marítimo), la casa
dels Gats, el cementerio modernista
de Puig y Cadafalch, la rectoria, las capillas del santísimo y del baptisterio (también
con elementos modernistas). En sus alrededores encontramos yacimientos íberos como el ya mencionado de Montbarbat, el Puig de Castellet y el de Turó Rodó, y en la ermita de santa Cristina, las ofrendas
de los marineros en forma de miniaturas de barcos.
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Jardí Botànic Marimurtra |
En los límites con el Maresme
i la provincia de Barcelona, Blanes también creció por el
turismo alrededor de su centro de edificios señoriales (siglo XIX), la iglesia
que se prolonga en los restos de un palacio (ambos góticos), y
pequeñas joyas como la fuente gótica de Blanes del carrer Ample, los jardines
Marimurtra (flora tropical y mediterránea), y los jardines de Pinya de
Rosa (cactus). Las elevaciones de sus alrededores cuentan con ermitas como
la de santa Bàrbara (con torre de
vigilancia anexa), santuari Nostra Senyora del
Vilar (siglo
XIII), sant Joan (XIII) y el castillo de sant
Joan, mientras que en las costas podemos disfrutar de calas y playas
(Treumal, sant Francesc o cala Bona, santa Anna o de los capellans, s’Abanell y
Blanes).