Por las faldas del Pirineo: el Ripollès y la Cerdanya (Girona)

Pont Nou de Camprodom

En la entrada que hablaba de la Garrotxa hacía referencia a esta ruta por la comarca gerundense del Ripollès, y proponía iniciarla en Camprodon, donde nos aguarda la preciosa panorámica del Pont Nou medieval (siglo XIII, reformado en periodos posteriores), restos del castillo de sant Nicolau, la iglesia románica de sant Pere (XII, el resto del conjunto monástico desapareció), la Casa de la Vila (gótico civil tardío del XVI-XVII), la iglesia de santa Maria (XIV, gótica en lo fundamental), las mansiones levantadas por de la burguesía barcelonesa durante los siglos XIX y principios del XX o el Museo de Isaac Albéniz. 

La naturaleza del valle invita a pasear siguiendo los caminos a orillas de los ríos Ter y Ritort, o hacer ruta por las fuentes de la Verge de la font, la font Nova, la font de sant Patllari o la font del Vern.

 

Sant Cristòfol

Beget

En el termino municipal de Camprodom, a una media hora en coche, el núcleo de Beget es uno de los más pìntorescos de la zona, tanto por su iglesia románica de sant Cristòfol (siglos XII-XIII), como por su casas tradicionales de piedra.

Unos kilómetros más al sur, Sant Joan de les Abadesses es conocida por el monasterio del mismo nombre, con un notable ábside con deambulatorio románico (siglo XII),  un claustro (XV, gotico) y el palacio gótico de la Abadia (XIV), recorrido que podemos complementar con la visita con otra construcción medieval vinculada al monasterio: el ecomuseu Molí Petit. El centro de la localidad, o vila vella, está rodeada por restos de la antigua muralla, en torno a la plaça Major que forman varias casas porticadas. El pont Vell, similar al de Camprodon, es una fiel reconstrucción del puente que allí se levantaba, mientras que la iglesia de sant Pol (XII, románica en ruinas). 

Panorámica del Pirineo

El municipio de Ogassa se encuentra en las estribaciones de la  serra Cavallera y tienen un pasado dedicado a la extracción de carbón que ha pervivido en diversos ejemplos de arquitectura industrial de principios del siglo XX: la Fàbrica de Pans de Carbó (futuro Centre d'Interpretació de la Industria Minera), la estación de cable aeri de ca l'Armengol, o el barrio del Prat de Pinter, con su iglesia de santa Bàrbara, el Ajuntament Antic, las escuelas, la Casa dels Enginyers, las oficinas, ruinas del plano inclinado 5 al lado de la torre y la plaça Dolça donde paraban las vagonetas con mineral. Además cuenta con pequeñas joyas románicas como las ermitas de sant Martí de Surroca (siglo XII) y sant Martí d'Ogassa (XI).

Se pueden realizar diversos itinerarios de senderismo, como el que sigue la ruta de les vagonetas hasta Sant Joan de les Abadesses, pasando por los tuneles escavados a mano, o recorrer la serra Cavallera, sant Amand, Vidabona, la collada del Vent, el coll de Pal, los refugios Montserrat i del Roser... y ascender a la montaña del Taga en la serra Conivella para contemplar los valles del Freser y del Ter, y los picos pirenaicos del Puigmal y el Canigó,

Iglesia de santa María de Ripoll

El pórtico románico de santa María de Ripoll

Ripoll, en la confluencia de los ríos Ter y de su afluente Freser, es la capital de la comarca del Ripollès y su entrada natural viniendo desde Barcelona por Vic. El principal monumento es la iglesia del monasterio de santa Maria de Ripoll (siglo XII, completamente restaurada en el XIX), con su bello pórtico románico (XII), la torre (XII, también románcia), el claustro de doble planta (XII-XVI) y el scriptorium (exposición sobre la producción y copia de manuscritos). Otra curiosidad de la arqueología industrial es la Farga Palau, una fundición de los siglos XVII y XVIII.

Las dos plantas del claustro de Ripoll

Detalle del claustro de Santa María de Ripoll

En nuestra ruta hacia el Pirineo, la población de Ribes de Freser nos ofrece algunas construcciones interesantes como las ermitas de sant Antoni y sant Cristòfol, la iglesia de santa Maria de Ribes (XX y ábsides románicos), casas y vidrieras modernistas como las que se pueden ver en La Corba, o el chalet de la Colònia Recolons i Saida, rutas por las minas… sin olvidar el acceso a lugares de interes natural como el Granòfir, el Taga, sant Amanç, las cuencas de los rios Rigard, Segadell y Freser.

Nuestro próximo destino será Queralbs, que cuenta con la iglesia de sant Jaume de Queralbs, de estilo románico, algunos restos de la torre defensiva y otra iglesia románica en el agregado de Fustanyà.

Vall de Núria

A la vall de Núria se puede llegar con el el tren cremallera desde Ribes de Freser, Queralbs o caminando, si se tiene práctica, a siguiendo el camino que nos lleva al santuari de Núria. Una vez allí podemos practicar senderimo tanto por rutas sencillas (Tres Valls, mirador de Roc Malé, la Jaça de les Perdius, el Coll de Perdrisses…) o a las cimas circundantes: Pic de Segre, Finestrelles, Eina, Noufotns, Noucreus, Fossa del Gegant, Fontnegre, Torreneules, Pic de l’Infern, Cambre d’Ase, Pic Rodó, Racons, Anyeller… así como al pico más alto de la Gran Olla, el Puigmal o Puigmal d'Er, desde donde es posible llegar a Puigcedà después de hacer noche en Francia.

La capital de la comarca de la Cerdanya, Puigcerdà, conserva una buena muestra de edificios de diversas épocas, desde la románica iglesia de sant Tomàs de Ventajola, pasando por el gótico de la iglesia de sant Doménech, el campanario de la desaparecida iglesia de santa Maria, los restos del convent de sant Doménech o la Casa de la Vila, los pórticos y casas señoriales renacentistas de la plaça Major, la capella de Nostra Senyora de Gràcia o el Hospital, que han perdido muchas de sus características originales, el Casino Ceretà y la Torre del Cònsol de finales del siglo XIX. Pero la belleza del paisaje de la comarca también merece la pena, bien desde los miradores sobre el río Segre, el ascensor panorámico, la laguna artificial de origen medieval de l’Estany reordenada en estilo modernista o el parque Schierbeck rodeado de mansiones.

En las cercanías encontramos l’Estany de Malniu, una bonita laguna que cuenta con un refugio de montaña, desde donde se puede ascender la montaña del Puigpedrós o Puig de Campcardós.

Y, siguiendo la carretera a la Seu d'Urgell, se puede llegar hasta Andorra.