Un recorrido por La Habana nos permite visitar varias ciudades en diversas épocas. Hay una Habana colonial, calles que nos trasladan a Washington o París, un barrio que nos recuerda una ciudad norteamericana… y un imponente conjunto de fortificaciones.
Aunque el lugar cuenta con transporte público, suele estar muy masificado por lo que, en muchas ocasiones, puede resultar más cómodo recurrir a taxis.
Fuera de la ciudad, es interesante la excursión de un día hasta la provincia de Pinar de Río, visitando el valle de Viñales en el que encontramos unas impresionantes formaciones geológicas llamadas mogotes, el Mural de la Prehistoria (siglo XX), la cueva del Indio con su río subterráneo, la cueva de José Miguel y el mirador de Los Jazmines.
También podemos hacer un circuito que nos acerque a la Ciénaga de Zapata, Cienfuegos, Trinidad, la Sierra Maestra… o descansar algún día en Varadero.
¿Qué ver?: Pasear por La Habana Vieja nos permite conocer el centro histórico colonial de la ciudad: la plaza de Armas, el palacio de los Capitanes Generales (siglo XVIII, barroco), el de los condes de Casa-Bayona (XVIII), la catedral (XVIII, barroca), los palacios de los marques de Arcos o el de los Aguas Claras (ambos del XVIII), el castillo de la Real Fuerza (XVI)…
Pero también hay muchas muestras de arquitectura popular o de la burguesía en lugares como la calle Obispo, la plaza Vieja, los edificios de viviendas que encontraras en lugares como la calle Obispo o el Paseo de Martí (o del Prado).
También en esta zona encontramos lugares sin pasado histórico, pero sí con uno de sus visitantes más famosos: el Hotel Ambos Mundos, la Bodeguita del Medio y el Floridita frecuentados por Hemingway durante su estancia en La Habana.
La ciudad también cuenta con ejemplos de arquitectura de los siglos XIX y XX, como el Capitolio Nacional, la Terminal Central de Ferrocarril, la Universidad de La Habana. Alrededor de los jardines del Capitolio y del paseo del Prado encontramos otros impresionantes edificios como el Gran Teatro de La Habana (fue el Centro Gallego) y el cine Payret.
Finalmente resulta imprescindible dar una vuelta por el lugar de paseo y reunión de turistas y habitantes de la Habana, el Malecón, que discurre entre el mar y una serie de construcciones de principios del siglo XX en estado bastante decrepito, pese a los intentos de restauración que se han llevado a cabo.
Sólo para entusiastas: La bahía de La Habana estaba se protegida por un conjunto de importantes fortificaciones como el Torreón de san Lázaro (siglo XIII, una pequeña torre de vigilancia), el icónico castillo de los tres reyes magos del Morro (XVI), la fortaleza de san Carlos de la Cabaña (XVIII), el Príncipe (XVIII), la Punta (XVI-XVII), Atarés (cerrada al público).
Otros edificios religiosos a mencionar son el convento de santa Clara (siglo XVII) o el pórtico del convento de san Francisco de Asís (XVI y XVIII).
El gran Cementerio Cristobal Colón cuenta con bellas y la magníficas esculturas funerarias de los siglos XIX y XX.
El barrio de Miramar es una sucesión de palacetes que albergan las embajadas en el país, mientras que en la calle 23 del Vedado tienen su sede de varios ministerios y la heladería Coppélia.
Desde el punto de vista arquitectónico, la ciudad cuenta con varios rascacielos de los años 30, como el edificio López Serrano inspirado en el Centro Rockefeller de Nueva York, el edificio Bacardi, el hotel Nacional, y otras grandes construcciones oficiales de diversas épocas: el palacio de la Revolución, el palacio de las Convenciones, la Ciudad Deportiva, la catedral Ortodoxa…
La isla del Coco o Coney Island, inspirado en un parque de atracciones norteamericano, fue uno de los primeros parques de América Latina.
Muchos turistas suelen ir una noche al Tropicana, donde el espectáculo seguramente compensa el precio pagado.
En la Plaza de la Revolución encontramos el monumento a José Martí, héroe de la independencia cubana, y la famosa silueta del Che Guevara sobre la fachada del Ministerio del interior.
El Museo de la Revolución acoge diversos elementos relacionados con la revolución cubana en el antiguo Palacio Presidencial de principios del siglo XX.
Lo más friky y/o kitsch: Una de las constantes de un viaje a Cuba es que “Guantanamera” y “Hasta siempre comandante” se convierten en el hilo musical de tu estancia, allá donde vayas encontrarás un conjunto musical que te interpretará esos dos temas hasta llevarte a una situación psíquica límite en la que te planteas: ¿cómo esas canciones me pudieron interesar en algún momento de mi vida?.
Tampoco ayuda el uso y abuso de la iconografía del Che en todos los aspectos de la vida cubana, pues llegas a dudar entre si te encuentras en el Vaticano o en un parque temático.
También podemos hacer un circuito que nos acerque a la Ciénaga de Zapata, Cienfuegos, Trinidad, la Sierra Maestra… o descansar algún día en Varadero.
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| Palacio de los Capitanes Generales |
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| Plaza de Armas |
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| Catedral de la Habana |
Pero también hay muchas muestras de arquitectura popular o de la burguesía en lugares como la calle Obispo, la plaza Vieja, los edificios de viviendas que encontraras en lugares como la calle Obispo o el Paseo de Martí (o del Prado).
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| Fortaleza de la Punta |
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| Entrada a la Real Fuerza |
También en esta zona encontramos lugares sin pasado histórico, pero sí con uno de sus visitantes más famosos: el Hotel Ambos Mundos, la Bodeguita del Medio y el Floridita frecuentados por Hemingway durante su estancia en La Habana.
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| El Capitolio |
La ciudad también cuenta con ejemplos de arquitectura de los siglos XIX y XX, como el Capitolio Nacional, la Terminal Central de Ferrocarril, la Universidad de La Habana. Alrededor de los jardines del Capitolio y del paseo del Prado encontramos otros impresionantes edificios como el Gran Teatro de La Habana (fue el Centro Gallego) y el cine Payret.
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| El Malecón con el fuerte de los tres reyes magos del Morro al fondo |
Finalmente resulta imprescindible dar una vuelta por el lugar de paseo y reunión de turistas y habitantes de la Habana, el Malecón, que discurre entre el mar y una serie de construcciones de principios del siglo XX en estado bastante decrepito, pese a los intentos de restauración que se han llevado a cabo.
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| El castillo del Morro y parte del de la Cabaña |
Sólo para entusiastas: La bahía de La Habana estaba se protegida por un conjunto de importantes fortificaciones como el Torreón de san Lázaro (siglo XIII, una pequeña torre de vigilancia), el icónico castillo de los tres reyes magos del Morro (XVI), la fortaleza de san Carlos de la Cabaña (XVIII), el Príncipe (XVIII), la Punta (XVI-XVII), Atarés (cerrada al público).
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| El convento de san Francisco |
El gran Cementerio Cristobal Colón cuenta con bellas y la magníficas esculturas funerarias de los siglos XIX y XX.
El barrio de Miramar es una sucesión de palacetes que albergan las embajadas en el país, mientras que en la calle 23 del Vedado tienen su sede de varios ministerios y la heladería Coppélia.
Desde el punto de vista arquitectónico, la ciudad cuenta con varios rascacielos de los años 30, como el edificio López Serrano inspirado en el Centro Rockefeller de Nueva York, el edificio Bacardi, el hotel Nacional, y otras grandes construcciones oficiales de diversas épocas: el palacio de la Revolución, el palacio de las Convenciones, la Ciudad Deportiva, la catedral Ortodoxa…
La isla del Coco o Coney Island, inspirado en un parque de atracciones norteamericano, fue uno de los primeros parques de América Latina.
Muchos turistas suelen ir una noche al Tropicana, donde el espectáculo seguramente compensa el precio pagado.
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| Che Guevara |
El Museo de la Revolución acoge diversos elementos relacionados con la revolución cubana en el antiguo Palacio Presidencial de principios del siglo XX.
